Me enseñaste

Decretar es hacer realidad, es con la palabra y su poder una instrucción al destino!

Hace unas semanas escribí acerca de los deseos de sentirme mujer, lo hice y de que manera....

El destino me premió momentáneamente con un ser maravilloso, que de su mano no sólo me hizo ser y sentirme mejor, sino algo más... descubrí que no era realmente sólo ser mujer lo que anhelaba, era aprender...

Si, me enseño a quitar las fortalezas que muchas personas construimos para protegernos

Me enseñó a bajar las barreras que para protegernos construimos alrededor de nuestras emociones

Me enseñó a disfrutar los instantes y darle valor al momento

Me enseñó que con la mirada se dice mucho más que con las palabras

Me enseñó que basta una caricia para sentirse en una total entrega

Me enseñó más que a ser una mujer ser una apasionada amante

Me enseñó a tocar el cielo en su presencia

Me enseñó la felicidad en una sonrisa

Aprendí, aprendí... Simplemente aprendí a amar y a permitirme ser amada.

Y de la misma manera que aprendí a amar..

Me enseñó el dolor del verbo ¨decepcionar´